He tenido un poquitín botado el blog, lo reconozco, porque he tenido muchas cosillas que hacer, pero ya estoy de vuelta, y como este mes nuestra autora es Richelle Mead, traigo el primer libro de la Saga Georgina Kincaid de esta autora. El libro se titula Cantos de Súcubo, y espero que les guste.
Saludos,
Amelie
Sinopsis:
Súcubo (sustantivo): Demonio con la habilidad de cambiar de forma, capaz de seducir y dar placer a los hombres mortales.
Patético (adjetivo): Un súcubo con unos zapatos maravillosos y con una nula vida social.
Ambas cosas: Georgina Kincaid.
Si hablamos de trabajos infernales, ser una súcubo parece ser bastante glamuroso. Una chica que se puede convertir en todo lo que le venga en gana, el guardarropa es ideal de la muerte, y los hombres harían cualquier cosa por tocarte. Bueno, vale, a veces ellos pagan con sus mismas almas por ese privilegio, pero, ¿Para qué nos vamos a poner tan tiquismiquis? Pero la vida en Seattle de la súcubo Georgina Kincaid no es tan exótica como parece. Su jefe es un demonio de nivel medio que tiene un "no sé qué" con las películas de John Cusack. Sus mejores amigos inmortales no paran de gastarle bromas sobre su condición. Y no es capaz de tener una cita decente sin absorber parte de la vida del tío con el que en ese momento esté saliendo. Al menos tiene su trabajo "de día" en una librería (con los consiguientes libros gratis), sus bebidas de moca y chocolate blanco, y un fácil acceso al sexy escritor de best-sellers Seth Mortensen o, lo que es lo mismo, Don-daría-cualquier-cosa-por-tocarle-pero-no-puedo. Pero soñar con Seth va a tener que esperar, porque algo malvado está sucediendo en el subterráneo mundo demoníaco de Seattle. Y por una vez, todos sus calientes encantos e ingeniosas ocurrencias no le van a servir de nada, porque Georgina está a punto de descubrir que existen algunas criaturas que ni el infierno ni el cielo quieren en sus filas.
Descargar Cantos de Súcubo
Saludos,
Amelie
Sinopsis:
Súcubo (sustantivo): Demonio con la habilidad de cambiar de forma, capaz de seducir y dar placer a los hombres mortales.
Patético (adjetivo): Un súcubo con unos zapatos maravillosos y con una nula vida social.
Ambas cosas: Georgina Kincaid.
Si hablamos de trabajos infernales, ser una súcubo parece ser bastante glamuroso. Una chica que se puede convertir en todo lo que le venga en gana, el guardarropa es ideal de la muerte, y los hombres harían cualquier cosa por tocarte. Bueno, vale, a veces ellos pagan con sus mismas almas por ese privilegio, pero, ¿Para qué nos vamos a poner tan tiquismiquis? Pero la vida en Seattle de la súcubo Georgina Kincaid no es tan exótica como parece. Su jefe es un demonio de nivel medio que tiene un "no sé qué" con las películas de John Cusack. Sus mejores amigos inmortales no paran de gastarle bromas sobre su condición. Y no es capaz de tener una cita decente sin absorber parte de la vida del tío con el que en ese momento esté saliendo. Al menos tiene su trabajo "de día" en una librería (con los consiguientes libros gratis), sus bebidas de moca y chocolate blanco, y un fácil acceso al sexy escritor de best-sellers Seth Mortensen o, lo que es lo mismo, Don-daría-cualquier-cosa-por-tocarle-pero-no-puedo. Pero soñar con Seth va a tener que esperar, porque algo malvado está sucediendo en el subterráneo mundo demoníaco de Seattle. Y por una vez, todos sus calientes encantos e ingeniosas ocurrencias no le van a servir de nada, porque Georgina está a punto de descubrir que existen algunas criaturas que ni el infierno ni el cielo quieren en sus filas.
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